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Mi ritual natural después del sol y el calor

Hay noches de verano en las que el calor no da tregua. Te duchas, intentas ponerte crema... y a los cinco minutos ya estás sudándola. ¿Te suena?

En esos días en los que la piel pide alivio pero no quiere capas, recurro a un ritual natural sencillo, fresco y eficaz para cuidar cuerpo y alma después de una jornada de sol o bochorno.


✨ 1. Rocío calmante con agua de avena

Nada más salir de la ducha, con la piel aún templada, rocío el rostro y escote con agua de avena casera.

La avena calma, hidrata, alivia rojeces y equilibra la piel sin dejar rastro graso.

Solo necesitas dejar en remojo copos ecológicos con agua filtrada y colar bien.

Lo guardas en spray en la nevera y tienes tu tónico post-solar natural listo para usar.


Es ideal para esas noches en las que no quieres nada sobre la piel pero sí algo que refresque y mime.


👉 ¿Prefieres comprarlo? Puedes usar el spray de agua termal de Avène o La Roche-Posay, opciones suaves y respetuosas con la piel sensible.


🌿 2. Piernas ligeras con aceite de abedul

Mientras el rostro respira, me doy un masaje ascendente en las piernas con aceite de abedul.

Este aceite activa la circulación, alivia la pesadez y favorece el drenaje linfático.

Lo aplico con movimientos suaves desde tobillos hacia arriba, especialmente si he pasado muchas horas de pie o ha sido un día intenso de calor.


💡 Consejo: Si lo guardas en un lugar fresco, el efecto será aún más revitalizante.


Top ventas en herbolario: el de Weleda, incluso hay un pack con copa para masajear la piel y favorecer el drenaje en la aplicación.


💧 3. Hidratación interna y batido luminoso

La piel no solo se cuida desde fuera.

Beber suficiente agua, infusiones frescas y añadir fruta y verduras crudas a lo largo del día ayuda a regenerar desde dentro.


Uno de mis favoritos:

🥕 Batido de zanahoria, manzana, pepino y un chorrito de limón.

Refresca, aporta betacarotenos y ayuda a mantener una piel luminosa desde dentro.


🌙 Pequeños gestos, grandes resultados. La clave no siempre está en hacer mucho, sino en hacer lo justo... con conciencia.


Sabela Bernárdez, Naturópata

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