Las heridas se arrastran vida tras vida cuando las emociones se quedan enganchadas. Cuando una herida permanece abierta porque no fue trascendida, el cuerpo emocional se encuentra repitiendo la emoción relacionada con la experiencia de manera permanente. Estas heridas se causan debido a la densidad y fragmentación del alma.
Debido a la dualidad, el alma puede arrastrar también un estrés y la llaga del primer trauma antes de ser humano.
Sabemos que tenemos una herida cuando nuestra reacción se desborda en relación al hecho, cuando determinadas actitudes de otros se repiten cada cierto tiempo aunque cambiemos de grupo. Tomar conciencia es el primer paso. Coloca un mineral en bruto de rubí sobre la zona del cuerpo donde sientas la emoción. Espero que este tip te alivie.
Si necesitas apoyo, he desarrollado una técnica para ayudarte en sesión individual y que estaré transmitiendo el domingo 24 de Junio en taller online: Spa del Alma
Sabela Bernárdez, Afinadora esencial
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