Cómo nos hicieron temer la oscuridad
- Sabela Bernárdez
- 24 sept
- 2 Min. de lectura
Desde pequeñas crecimos oyendo historias de brujas, maldiciones, "mal de ojo", demonios, posesiones… Y más tarde, Hollywood se encargó de completar el cuadro con películas que nos enseñaban que hay fuerzas oscuras externas esperando el momento justo para atacarnos. Sin darnos cuenta, ese imaginario fue calando en el inconsciente colectivo, dejando una huella de inseguridad y desconfianza.
Pero ¿y si te dijera que eso no es más que una historia que nos contaron que te desarma?
¿Y si el verdadero poder siempre estuvo en ti?
El mito de las fuerzas externas
Es cierto que existen energías densas, pero no como nos lo han contado. No son "entes" esperando cazarnos, sino resonancias que se activan si vibramos en miedo, culpa o separación. Cuando una persona cree que algo o alguien puede hacerle daño, está entregando su poder. Y justo ahí es donde se produce la desconexión.
El miedo no protege. El miedo atrae lo que teme.
La conciencia, en cambio, disuelve lo que no está alineado con la luz.
Tu poder es soberano
Lo trabajamos muchas veces en consulta: cuando vuelves a ti, cuando recuerdas quién eres, cuando te plantas y dices “hasta aquí”, todo lo que no vibra contigo se transforma o se aleja.
No necesitas hacer guerras energéticas, ni andar defendiéndote todo el tiempo. Solo necesitas reconocerte.
Tu campo se fortalece cuando habitas tu verdad.
Tu luz es tu mejor escudo.
Tu elección interior tiene más poder que cualquier otra cosa.
Trucos para recuperar tu soberanía energética
Aquí te dejo algunas herramientas sencillas para volver a ti cuando sientas que el miedo quiere apoderarse:
Decreto diario: “Soy soberana de mi energía. Nada ni nadie tiene poder sobre mí. Estoy en paz, protegida y guiada.”
Respiración consciente con anclaje en el cuerpo: siente tus pies, respira profundo, repite “Estoy aquí, estoy a salvo”.
Visualización: imagina una esfera de luz envolviéndote, como un sol que emana desde tu pecho. Esa es tu verdadera protección.
Rituales simbólicos: prender una vela con intención, usar un cristal que te recuerde tu fuerza, llevar contigo un símbolo que te conecte con tu poder.
En vez de limpiar y protegerte todo el tiempo...
He visto muchas veces que cuanto más foco ponemos en limpiar, defendernos y protegernos, más alimentamos esa realidad. Nos anclamos al mundo dual, donde existe el bueno y el malo, el atacante y la víctima.
Pero hay otro camino: enfocar en ser fuerte, estar a salvo, habitar la armonía.
Porque tu vibración es la que determina lo que entra o no en tu campo.
Si lo necesitas, no estás sola
A veces, por más que lo sabemos, hay heridas profundas que siguen activando esa sensación de vulnerabilidad. Para eso están las sesiones: para ayudarte a salir de la dualidad, a cerrar esas memorias, y a recordar la frecuencia donde nada externo puede hacerte daño.
Si sientes que es tu momento de recuperar tu soberanía energética, escríbeme. Estoy aquí para acompañarte a recordar que no estás a merced de nada, porque tú eres la dueña de tu campo.
Y cuando eso se activa… todo cambia.
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