top of page

Cuando lo invisible desequilibra: disruptores hormonales en tu día a día

Quizás llevas una alimentación bastante saludable, usas cosmética “buena” y aún así tu cuerpo lanza señales: sofocos antes de tiempo, acné adulto, reglas irregulares, insomnio o esa sensación de que “no encajas en ti misma”.

¿Y si el problema no viene solo de dentro, sino también de fuera?

ree

Hoy quiero hablarte de un enemigo silencioso: los disruptores hormonales. Están más presentes de lo que imaginas… y aunque no podamos evitar todos, sí podemos reducir mucho su impacto.


¿Qué son los disruptores hormonales?

Son sustancias químicas que interfieren con tu sistema endocrino, es decir, con las hormonas que regulan tu metabolismo, tu energía, tu fertilidad, tu temperatura corporal o incluso tu estado de ánimo.


No tienen por qué ser "malas" en grandes dosis. El problema es que actúan incluso en cantidades minúsculas y se acumulan con el tiempo. Son especialmente preocupantes si estás en etapa fértil, perimenopausia o con desequilibrios ya activos.


¿Dónde están?


  1. En los alimentos:

    • Plaguicidas: como el clorpirifós o el imazalil, aún presentes en frutas y verduras no ecológicas.

      👉 En un estudio realizado en España, se encontró que el 34 % de los alimentos analizados contenía residuos de pesticidas, y que más del 59 % de los residuos en frutas y verduras eran de sustancias consideradas disruptores endocrinos.

    • Envases plásticos o latas: pueden liberar BPA y ftalatos, sobre todo si calientas comida en ellos.

    • Pescado grande: como el atún o el pez espada, que acumulan más metales pesados y contaminantes persistentes.


  1. En la cosmética:


  • Parabenos, ftalatos, triclosán y otras fragancias o conservantes sintéticos que actúan como “estrógenos falsos”.

  • Filtros solares químicos: algunos están relacionados con alteraciones tiroideas.

  • Incluso cremas o desodorantes de farmacia o alta gama pueden contenerlos, si no están específicamente etiquetados como libres de disruptores hormonales.

  • También en detergentes y lavavajillas.


¿Y los síntomas?

Algunas señales sutiles (o no tanto) de que hay una sobrecarga hormonal externa:


  • Sofocos, reglas alteradas, síndrome premenstrual intenso

  • Retención de líquidos o inflamación

  • Acné adulto, cambios de humor

  • Alergias nuevas o sensibilidad aumentada

  • Dificultad para adelgazar o dormir


¿Qué puedes hacer?


Sin obsesiones, pero con conciencia:


🔹 Elige ecológico y de temporada siempre que puedas, al menos en frutas y verduras con piel fina (fresas, uvas, manzanas, cítricos…). Lava y pela cuando sea necesario.

🔹 Evita calentar alimentos en plásticos: usa cristal o acero.

🔹 Revisa tus cosméticos: apuesta por marcas limpias y sin parabenos, y no te olvides del gel y desodorante, super importante.

🔹 Apoya tu hígado, que es quien se encarga de eliminar estos residuos. Puedes tomar infusiones depurativas de vez en cuando: diente de león, alcachofera, boldo… según tu terreno.

🔹 No todo lo “dermatológico” es neutro: algunas marcas son más respetuosas con la piel, pero conviene revisar si tus productos contienen disruptores. Algunas líneas sí los incluyen.


¿Sientes que tu cuerpo grita algo más profundo?

A veces, eliminar tóxicos no es solo físico, también energético. El campo se satura, el cuerpo se bloquea… y la intuición se apaga.


Si sientes que hay algo más profundo que depurar, puedo acompañarte con una sesión personalizada para restaurar tu equilibrio natural desde dentro.


🔗 Reserva tu sesión aquí o escríbeme y vemos juntas qué te está pidiendo tu cuerpo.

Astronaturopatía
60
Reservar ahora

Comentarios


bottom of page