Durante mucho tiempo, nos han enseñado que percibir energías o presencias espirituales es peligroso, que abrirse a lo sutil significa exponerse a fuerzas externas que pueden dominarnos. Películas, relatos y creencias heredadas han sembrado la idea de que si “tienes el cuerpo abierto”, estás vulnerable al parasitaje energético, a influencias negativas que pueden tomar el control.

Pero la verdad es otra: nada tiene poder sobre ti a menos que tú lo permitas.
El Miedo: La Verdadera Puerta de Entrada
El mayor problema no es la percepción en sí, sino el miedo que nos han inculcado sobre ella. El miedo es lo que baja la vibración, genera indefensión y hace que una persona se sienta vulnerable ante lo que percibe. No se trata de cerrar el cuerpo, sino de dejar de alimentar la idea de que estamos expuestos.
Si ves, sientes o escuchas algo, no significa que sea una amenaza. No tienes que temerlo ni huir, sino reconocer que tu percepción es un sentido más, tan natural como la vista o el oído. El miedo distorsiona la experiencia, te desconecta de tu propio poder y hace que la percepción se convierta en un problema en lugar de una habilidad.
Decir No: El Poder de la Elección
Tienes derecho a decidir qué energía permites en tu espacio. Nada puede hacerte daño si tú no lo aceptas. Si en algún momento sientes una presencia que no deseas, simplemente dilo con claridad:
“No doy permiso.”
“Este es mi espacio.”
“Me cierro a esta energía.”
No necesitas rituales complicados ni protecciones externas. La verdadera protección es la convicción interna. Tu percepción no es una maldición ni un problema, sino un sentido que puedes entrenar, al igual que cualquier otro.
Tu Intuición es tu Aliada
En lugar de esconder o bloquear lo que sientes, aprende a usar tu intuición a tu favor. No solo es una herramienta para percibir energías, sino una guía poderosa en tu vida diaria. Cuando confías en lo que sientes, tomas mejores decisiones, te alineas con tu verdadero camino y dejas de vivir desde el miedo.
✔ Reconoce la percepción como algo natural. No eres extraño ni especial por sentir energías. Es parte de la experiencia humana.
✔ Mantén tu vibración alta. No desde el miedo a lo negativo, sino desde la seguridad en ti mismo.
✔ Aprende a discernir. No todo lo que percibes es real, a veces son proyecciones internas. Escucha tu intuición.
✔ Usa tu autoridad. Si no quieres algo en tu espacio, dilo con firmeza.
Tu Percepción es un Don, no un Peligro
El problema nunca fue la percepción, sino la narrativa del miedo que la rodea. No necesitas cerrarte ni bloquearte, sino recuperar tu poder sobre lo que permites en tu vida.
Tú decides. Tú mandas. Nada puede afectarte sin tu consentimiento. Y cuando usas tu intuición a tu favor, se convierte en tu mayor fortaleza.
Sabela Bernárdez, entrenadora de dones
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