A lo largo de la historia, la humanidad ha buscado respuestas sobre su destino y el futuro. Desde el misticismo hasta la ciencia, la cuestión de si existe un destino preescrito o si tenemos la capacidad de moldear nuestro futuro ha sido debatida una y otra vez. Muchos creen que el futuro está determinado de antemano, que hay un plan trazado y fijo al que inevitablemente nos dirigimos. Sin embargo, esta visión determinista parece simplificar la complejidad de nuestras vidas y subestimar el poder de nuestras decisiones y cambios internos. Aquí es donde entra en juego el concepto de los futuribles, es decir, la idea de que en lugar de un solo futuro inmutable, existen múltiples futuros posibles entre los que podemos transitar.
Cuando alguien busca guía a través de una sesión de astrología, una terapia o alguna forma de introspección, como la meditación o el trabajo energético, está esencialmente conectando con esos futuribles. En estos procesos, lo que está ocurriendo es una toma de conciencia que puede provocar un cambio en nuestra percepción interna, y con ello, en las decisiones que tomamos. A medida que algo cambia en nuestro interior, el camino hacia ciertos futuros posibles también se transforma. Este cambio interno altera las probabilidades de los futuros más cercanos o "probables", haciendo que otros futuribles —quizás más alineados con nuestro propósito o plan de alma— se vuelvan más accesibles.
Uno de los grandes desafíos que enfrentamos en este proceso es el miedo. El miedo puede atraparnos en futuros que no están en sintonía con el deseo profundo de nuestra alma. Este miedo puede surgir de inseguridades, traumas pasados o simplemente de la incertidumbre de lo desconocido. Al actuar desde el miedo, nos desviamos de la alineación con nuestro plan de alma, generando un desajuste entre lo que vivimos y lo que verdaderamente deseamos experimentar.
El Dr. Edward Bach, conocido por su trabajo en la medicina vibracional y las esencias florales, señaló cómo la desconexión con nuestro propósito más profundo puede manifestarse incluso a nivel físico, causando enfermedades. Según Bach, la enfermedad no es otra cosa que un reflejo de este alejamiento del verdadero camino del alma. En esta visión, la sanación implica no solo tratar los síntomas físicos, sino también realinear nuestro ser interior con el propósito más profundo que llevamos en nuestro corazón.
Para muchos, uno de los símbolos más poderosos de esta búsqueda de alineación es el laberinto de Chartres, una representación de la geometría sagrada que se encuentra en la catedral de Chartres en Francia. El laberinto no es un camino confuso, sino un símbolo de nuestro viaje interior, una meditación caminada que nos invita a conectar con el corazón. A medida que caminamos por sus senderos, nos enfrentamos a vueltas y giros, que simbolizan los retos y obstáculos de la vida. Sin embargo, si confiamos en el proceso y seguimos avanzando, inevitablemente llegamos al centro, a ese espacio de conexión con nuestro propósito más elevado. El laberinto nos recuerda que, aunque el camino pueda parecer incierto, hay una dirección clara que nos lleva de vuelta al corazón, a nuestro centro de verdad.
El trabajo con las líneas temporales es otro concepto importante cuando hablamos de los futuribles. A través de técnicas de sanación energética o espiritual, es posible limpiar o realinear las líneas temporales con las que nos hemos conectado, muchas veces sin saberlo. Estas líneas representan diferentes trayectorias de vida que podemos seguir, algunas más amorosas y alineadas con nuestro propósito, y otras quizás más discordantes o desafiantes. A través del trabajo consciente, podemos reconectar con las líneas temporales que mejor resuenan con nuestro plan de alma y nuestro verdadero ser.
En resumen, vivimos en un universo lleno de posibilidades, donde los futuros no están grabados en piedra, sino que son maleables y están en constante cambio. La clave está en conectar con nuestro interior, escuchar la voz del alma y tomar decisiones desde el amor y no desde el miedo. Los futuribles son una invitación a explorar las múltiples direcciones que nuestra vida puede tomar, recordándonos que siempre tenemos la capacidad de realinearnos con nuestro propósito más profundo y, de esta manera, crear un futuro más armonioso y en sintonía con nuestro ser esencial.
Este camino no siempre es fácil, pero con la ayuda de prácticas espirituales, terapias o simplemente conectando con símbolos como el laberinto de Chartres, podemos volver al camino del corazón, donde el amor, la sabiduría y la intuición nos guían hacia futuros más luminosos y llenos de sentido.
Este símbolo del laberinto y la posibilidad de reconectar con nuestras líneas temporales más amorosas es una poderosa herramienta para aquellos que buscan realinearse con su propósito. Además, existen momentos especiales, como los eclipses o los portales energéticos, donde la energía se remueve con mayor intensidad, creando oportunidades ideales para trabajar las líneas temporales y alinearnos con nuestro plan de alma. Si alguna vez sientes la necesidad de apoyo en este proceso, no dudes en buscar orientación, ya sea a través de una sesión de acompañamiento o aprendiendo a ayudar a otros en su propio viaje de transformación. Como gesto de gratitud, realizaré un sorteo entre los suscriptores del boletín, donde el ganador recibirá una fórmula especial que le ayudará en su camino de sanación y alineación. Todos estamos aquí para aprender y crecer juntos, y el camino del corazón siempre está disponible para quienes estén dispuestos a caminarlo con conciencia y amor. Anótate al boletín y recibe tu guía lunar.
Sabela Bernárdez, terapeuta integral especializada en afinación esencial
Creadora de la tecnología para trabajar las líneas temporales en la formación Operador de Cámara Taquiónica.
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